Para el reloj. Me importa una mierda la hora que sea. Si es de día o es de noche a nosotros no nos afecta. Súbete conmigo a esa montaña rusa donde el ritmo lo marca los latidos de mi corazón. Donde tú y yo lo único que tenemos que hacer es dejarnos llevar. Donde voy a quererte hasta la última letra de tu nombre. Porque eso es lo que me apetece hacer hoy. Y todos los días de mi vida…
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